En la época prehispánica surgieron tres culturas fundamentales: la Olmeca, la Huasteca y la Totonaca. En el curso de los dos siglos anteriores al arribo de los españoles, se produjo una fuerte influencia náhuatl, que se consolidó y tendió a ser dominante a partir de la conquista azteca, consumada en el siglo XV. Se conservan testimonios de estas culturas en los centros arqueológicos de Pánuco, Castillo de Teayo, El Zapotal, Las Higueras, Quiahuiztlán , El Tajín, Zempoala, Tres Zapotes, San Lorenzo Tenochtitlán y otras de gran importancia.
En lo que fuera el área metropolitana, que comprendió la cuenca del río Coatzacolacos, construyeron centros ceremoniales en San Lorenzo Tenochtitlán, Tres Zapotes en Veracruz y La Venta en Tabasco; alcanzando su mayor esplendor hace 2600 años. También se establecieron en el Cerro de las Mesas y Cosamaloapan, en la ribera del río Papaloapan y en la Mixtequilla.
Una de las manifestaciones propias de los olmecas, los distinguió como excelentes escultores; fue la escultura monumental en piedra, destacándose las Cabezas Colosales. Su escritura fue por medio de figuras o símbolos que representaban ideas; en cuanto a la inscripción de fechas se les considera como los iniciadores de este campo, quienes representaron su numeración por medio de puntos, rayas y un signo equivalente al cero.
El Totonacapan abarcó la región comprendida entre el río Cazones, al norte y el río Papaloapan, al sur; al oriente limitaba con el Golfo de México y al occidente con la Sierra Poblana.
Los objetos de piedra hallados en la parte central del litoral veracruzano, en lugares como Rancho Nuevo, Paso Doña Juana, Trapiche, Ranchito de las Animas, Viejón, Chalahuite y Tlalixcoyan; entre otros, indican que el hombre se estableció en esa zona desde tiempos remotos.
Las principales actividades de los primeros habitantes del Totonacapan, fueron la recolección, la caza y la pesca; cultivaron maíz, fríjol, chile, calabaza, aguacate y zapote. Las caritas sonrientes, los yugos y las palmas son representaciones características totonacas.
El río Huitzilapan o de La Antigua, marcó el límite de los asentamientos totonacas, pero en Cempoala se concretó el apogeo de esta cultura, ya que ahí sucedieron dos hechos importantes: las conquistas de la Triple Alianza y la española.
La última etapa cultural del Pánuco abarcó de 1200 a 1519 y representó la época de mayor grandeza de la cultura huasteca.
Conquista Española
La conquista española penetró en México por lo que hoy es el estado de Veracruz, arrebatando a los aztecas el señorío sobre los pueblos autóctonos veracruzanos y crearon su propio dominio. Las primeras incursiones españolas en territorio veracruzano fueron capitaneadas por Juan de Grijalva, Alonso Dávila, Pedro de Alvarado y Francisco de Montejo.
Mientras tanto Hernán Cortés se afirmaba más en la idea de convertirse de mercader de rescates en oro, en poderoso conquistador. El caso es al venir con poder de Velásquez, para éste sería el provecho, por lo que planeo fundar una ciudad, donde se le entregaría el mando militar al Ayuntamiento y se establecía el dominio real y desaparecía el del Gobernador de Cuba.
Es así como se funda el 22 de abril de 1522, el primer Ayuntamiento de América Continental, la Villa Rica de la Vera Cruz; del cual Don Hernán Cortés podía recibir una nueva investidura, anulando el nombramiento de Velásquez, y así fue como el Cabildo en representación del Rey, lo nombró Capitán del Ejército y Justicia Mayor; para dar fe de estos hechos se levanta la primera acta notarial del continente americano; todo esto sucedía en Quiahuixtlán, tierra de totonacas, en las márgenes del río Huitzilapan que los españoles llamaron “de las canoas”, hoy de la Antigua. En agosto de 1519 Cortés inició su marcha de conquista hacia Tenochtitlán.
La consolidación de la colonia bajo el dominio español diezmó la población indígena veracruzana al grado de quedar casi exterminada, provocando complicaciones al aparato productor de los encomenderos, quienes optaron por utilizar a la población negra como mano de obra en los trabajos, lo cual favoreció el auge de éstos a nuestro territorio, llegando en calidad de esclavos.
Desde el siglo XVI los esclavos negros empezaron a representar un serio problema para el gobierno, ya que muchos se fugaban de las haciendas e ingenios azucareros y cometían toda clase de asaltos en los caminos. A fines de siglo se realizaron batidas contra los cimarrones entre Alvarado y Coatzacoalcos, pero en 1606 hubo brotes de rebeldía en las zonas de Villa Rica, Nueva Veracruz, Antón Lizardo y la cuenca del Río Blanco, aunque la mayor amenaza provino de la región de Orizaba, donde unos 500 negros eran fugitivos.
Durante la época colonial sólo se comerció con Europa a través del Puerto de Veracruz, por lo que las dos rutas de Veracruz a México, ordenadas por Don Hernán Cortés desde su arribo se consolidaron, determinadas principalmente por las necesidades económicas y políticas de la Nueva España.
Los hechos más sobresalientes durante este ciclo de la colonia fue el traslado de la Nueva Veracruz a tierra firme, decretado por Cédula Real el 19 de Junio de 1615 de Valladolid, asentado su división por el río Tenoya, con el correr del tiempo desaparece, para albergar a más habitantes, se construye la Casa de Cabildo hecha de material y sin torre aún, se le otorga el título de ciudad.
En 1595 el Conde de Monterrey, expone la conveniencia de trasladar a la nueva ciudad el hospital San Martín, cuya sede se hallaba en la Isla de Sacrificios, lo propuso a su majestad y se expidió la Cédula Real que se verificó en 1606, se llevó a Ulúa cuando mandaba el Marqués de Montes Claros, adoptando su nombre al traslado y también fue conocido como el Hospital de la Caridad.
En 1609, en la Costa de la región sotaventina un grupo de esclavos negros cimarrones se sublevaron, tomando acciones de asalto. A causa de estas insurrecciones, las autoridades virreinales determinaron formar tropas para acabar con los rebeldes, al establecerse éstas, dieron origen a la fundación de Córdoba, mediante la orden emitida por el Rey a favor del Marqués de Guadalcazar el 26 de abril de 1618, nombrando el interesado a sus regidores, quienes a su vez eligieron como alcaldes a Cristóbal de Miranda y Andrés Minez de Illescas. Dando su aprobación Don Juan Suárez de Ovalle el 24 de septiembre de 1618. Es así como se logra el 30 de enero de 1620, la aprobación del Virrey definitiva para la fundación de la Villa de Córdoba.
El establecimiento de Córdoba, benefició a Orizaba, por el crecimiento del intercambio comercial entre estos asentamientos, además propició la necesidad de la creación de un hospital autorizado por el Marqués de Guadalcazar el 10 de julio de 1618. Al siguiente año, con fecha de 24 de junio de 1619, el Corregidor Juan Pérez del Castillo dió posesión a la orden de los frailes Juaninos de los bienes raíces necesarios para llevar a cabo la misión de atender el hospital.
En Veracruz en 1616, Pedro Nicolás Ronzón donó a la orden de la caridad de San Hipólito, una manzana de casas para fundar el Hospital de Nuestra Señora de Loreto, la cual se logró por la expedición de la orden el 30 de marzo de 1625.
El 10 de julio de 1641 se autoriza al Duque de Escalona la formación de la Armada de Barlovento, la cual inició con seis navíos, aumentando posteriormente a nueve de ellos, con la intención de la defensa de las Costas de la Nueva España.
El custodio franciscano de río Verde, Fray Martín Herrán el 20 de mayo de 1688, envió carta al Rey informando de la rebelión de los indios a causa de maltratos, vejaciones y despojo de sus tierras; ante esta misiva, el Marqués de Mancera apoya la preocupación del monje y es el 25 de mayo de 1689 a través de la Cédula Real Carlos V “El Hechizado” mandó cediesen a todos los pueblos de río Verde, Pánuco y Tampico, una legua de tierra fértil.
Por el mes de agosto de 1648, la flota al mando del General Pujada y Gamboa contrajo una peste de vomito negro, la cual por contagio afectó a los pobladores del Puerto, repitiéndose esta peste en 1651, las cuales diezmaron significativamente a la población de Veracruz.
SIGLO XVIII
Dos siglos después de la conquista, los asentamientos urbanos, suburbanos y rurales alcanzaron un notable desarrollo en Nueva España. En Veracruz españoles y mestizos mostraron un claro progreso, mientras que los indígenas durante los siglos XVI y XVII habían perdido una gran parte de su población.
La consolizadación de la plaza comercial veracruzana se logró durante este siglo, dejó de ser la puerta de entrada o salida de productos, para detonar su papel como centro de intercambio y distribución de los mismos, el desarrollo de estas actividades comerciales propiciarón la emergencia y apoderamiento de la clase social integrada por comerciantes de origen criollo y peninsular, el cual se culmina hasta finales de la centuria, cuando se logra el Consulado en el Puerto de Veracruz.
Desde principios de siglo los ingleses trabaron relación comercial con la Nueva España, primero a través de la pirateria y el contrabando, posteriormente lograron la firma del tratado de Utrech en 1713, en el cual se autorizaba a Inglaterra a envíar un barco anualmente con un cargamento de 500 toneladas para comerciar con las colonias españolas.
En 1774 y 1791 Orizaba y Xalapa, respectivamente fueron elevadas a la categoría de villas, siendo de las más importantes al igual que el Puerto de Veracruz; de menor importancia figuraron Pánuco, Tamiahua, Tuxpan, Misantla, Tlacotalpan, Córdoba y San Andrés Tuxtla.
En el siglo XVIII las principales actividades económicas fueron la agricultura, la ganadería y el comercio; en 1720, Xalapa organizó la primera feria con las mercancías traídas de ultramar, la cual dio un impulso al desarrollo económico, político y cultural de la futura capital veracruzana.
En 1746 el territorio veracruzano estaba dividido en jurisdicciones civiles: Pánuco, Tampico, Huayacocotla, Huauchinango, Papantla, Misantla, Xalapa, Jalacingo, Veracruz, Córdoba, Orizaba, Cosamaloapan, Tuxtla y Cotaxtla
La fortaleza de San Carlos en Perote se proyectó en 1760-1766, se propuso al Rey para almacenar provisiones, armamentos y socorros, se aprobó en 1769, se inició su construcción el 25 de junio de 1770, la dirigieron los ingenieros Miguel Corral y Manuel de Santiesteban y se concluyó en 1777.
En Veracruz se realizaron varios intentos infructuosos por introducir el agua, el franciscano Fray Pedro Buseta diseñó un sistema de acueducto, el cual permitió que las aguas de la laguna de Malibrán satisfacieran las necesidades de la ciudad; sin embargo, este abastecimiento no fue suficiente, siendo necesaria la construcción de la obra que surtiera las aguas del río Jamapa al Puerto de Veracruz, dicha obra fue autorizada el 8 de enero de 1789, y su presupuesto se logró hasta el 23 de diciembre del mismo año, con un arbitrio de dos pesos para ella, por mandamiento del Conde de Revillagigedo.
En diciembre de 1791 don Antonio Ventura de Taranco expide título de Villa a favor de Xalapa, a causa de un error se expide nuevamente el 22 de junio de 1793, este reemplazó al primero.
Es imposible dejar de mencionar la Ciudad Amurrallada concluida en 1793. La obra de amurrallado consistía en una muralla de cuatro varas de alto por una de espesor contaba con nueve baluartes, los dos de mayor antigüedad miraban al mar, así como eran los que daban al mar, siendo estos el de la Concepción y el de Santiago. En el interior de este se encontraba la Plaza de Armas, la parroquia de la Pastora, los conventos de San Francisco, de la Merced, de Santo Domingo y el de San Agustín. Funcionaban dentro de esta los siguientes hospitales: El Betlemita, el de Montes Claros y el de Loreto. Dentro de este recinto también se situaban las plazas de Caleta, la de Loreto, la del Muelle, la de Santo Domingo, las del Mercado y del Maíz. De relevante importancia la Casa de Cabildo.
El 14 de julio de 1808, el Virreinato español recibió la noticia, sobre la ocupación de España por el ejército francés, la abdicación de los reyes a favor de Napoleón. Lo anterior, impulsó al Virrey Iturrigaray de iniciar gradualmente la Independencia de México, nunca concreto su proyecto, vaciló en llevar a la práctica sus intenciones, esto causó un grave daño al país.
Al estallar el movimiento independentista, encabezado por Don Miguel Hidalgo y Costilla, el Virrey Francisco Javier Venegas publicó el bando el 27 de septiembre de 1810, ofreciendo recompensas por las cabezas de Hidalgo y sus compañeros.
En Xalapa, la simpatía a este movimiento, lo encabezaba el canónigo Cárdena, que celebraba juntas secretas con el médico Ojeda Velad y los presbíteros Cabañas, Ortiz, Lucilo Téllez, Mariano Rincón, Ignacio Paz, los licenciados Castro Apolbón y Ruiz; discutián las ideas reformistas que campeaban en España. Estas juntas que fueron descubiertas, ocasionando la prisión de Cárdena y otros más, huyendo los restantes a Naolinco.
El 2 de mayo de 1811 la lucha armada hizo acto de presencia en Veracruz, con la aparición de partidas de gentes de Medellín, Jamapa y Cotaxtla. El primer grupo insurgente fue capitaneado por los Bello presentándose en Teocelo, Xico e Ixhuacán el 13 de octubre de 1811.
En abril de 1812 los rebeldes se posesionaron de Ayahualulco e Ixhuacán, sus avanzadas se situaron por las rancherías inmediatas a Xicochimalco, donde establecieron su cuartel general por lo que se ordenó al teniente Fascio que permanecía en Coatepec, retirarse a Xalapa.
El ayuntamiento de Xalapa comprendió la necesidad de hallegarse de fuerzas suficientes para cortar los progresos del movimiento armado, con este motivo escribió al Fuerte de Perote rogándole repetir la operación anterior de tan felices resultados, pero el Fuerte contestó que carecía de tropas, se dirigió también a Veracruz, con el mismo resultado. Reducido a sus propios recursos el comandante Fajardo dispuso la salida de 200 hombres a las órdenes del teniente Manuel Hernández, estableciéndose nuevamente en Coatepec y Xico, hasta el 28 de abril cuando fueron cercados por un grueso número de insurgentes; sitio que se vieron precisados a romper hasta llegar a las orillas de Coatepec, continuando hacia a Xalapa; cuando llegaron los Capitanes Antonio Rodríguez y José María Travesi con 227 hombres, ya los insurgentes se habían posesionado de Chiltoyac, Maxtlatlán y el Lencero con lo cual, los dejaron incomunicados con el Puerto.
En agosto de 1812 las plazas de Veracruz y Xalapa volvieron a quedar incomunicadas, mediante un cerco que pretendieron romper con un convoy que conduciría a México la correspondencia de España y trajera de Puebla harina y otros artículos, se comisionó al señor Laboqui para llevar a cabo esta empresa; pero Morelos que se encontraba en Tehuacan, tuvo noticias de estos planes y comisionó a Don Nicolás Bravo para atacarlo; lo cual hizo en El Palmar, destrozando la expedición. Fue cuando el “Siervo de la Nación” confirió a Don Nicolás Bravo el mando militar de la provincia de Veracruz, precisamente en San Juan Coscomatepec se cubrió con el limbo de la gloria. Según narran los historiadores que el Virrey Venegas no perdonó a su padre, a pesar de que el General Morelos le ofreciera la vida de 800 realistas a cambio. Al fracasar este arreglo, Morelos ordenó a don Nicolás Bravo pasar a cuchillo a todos los prisioneros, quien después de meditarlo les perdonó la vida, por esta magnanimidad lo registra la historia.
Don Mariano Rincón y Don Nicolás Bravo sitiaron Xalapa, iniciando la acción el 11 de noviembre de 1812, los insurgentes atacaron el 21 del mismo mes, de ahí Bravo se retiró a Puente del Rey.
Época Independiente
El Estado de Veracruz es el escenario histórico que determina el fin de la colonia española. El 30 de julio de 1821 llega al puerto el nuevo virrey Juan de O’Donojú, el pronunciamiento de Iturbide se hallaba extendidó por la provincia veracruzana y Santa Ana había intentado ocupar sin éxito la plaza portuaria. La clase comerciante no simpatizaba con la Independencia. El reciente Virrey era de tendencia liberal, conciente de la crisis de la corona española, decidió emprender los tratos para que la emancipación se efectuara definitivamente de manera pacífica, por lo cual contacto con los independentistas y escoltado por Santa Anna, viajó a la Villa de Córdoba, firmando en el Hotel Zeballos los Tratados de Córdoba con Agustín de Iturbide, en los cuales se reconoce a México como imperio independiente que sería gobernado por un monarca constitucional, sucediendo esto el 24 de agosto del año mencionado.
Antonio López de Santa Anna, Comandante General de la provincia de Veracruz, expidió en Xalapa la proclama publicando el decreto del Congreso Constituyente, se instituía el Primer Imperio Mexicano con Agustín de Iturbide, como Emperador, este hecho propició la inquietud y la división de opiniones de los distintos grupos sociales de la entidad.
El país atravesaba por una etapa crítica, la presencia de las tropas españolas que ocupaban San Juan de Ulúa contribuían a empeorarla, impedían el comercio y hostigaban a la plaza. En 1822, Santa Anna se rebeló en el puerto de Veracruz y proclamó la reinstalación del Congreso, mostrando simpatía hacia la República; como militar criollo y antiguo realista, logró la aceptación de la diputación provincial, de los comerciantes y de los caudillos Bravo, Guerrero y Victoria.
Victoria y Santa Anna firmaron el Plan de Veracruz, en el cual sostenían como única forma de gobierno para México, el sistema republicano y pactaron la paz con los ocupantes de Ulúa, último reducto español; Victoria se estableció en Puente Nacional, mientras que Santa Anna combatió en Xalapa, Plan del Río y Sotavento hasta que fue sitiado en el puerto de Veracruz por las tropas del iturbidista Echavarri.
En 1823 Santa Anna proclamó el Plan de Casa Mata, que desconocía a Iturbide como emperador y proponía la adopción del sistema republicano.
Guadalupe Victoria había tomado posesión desde el día 1º de enero de 1824, como Gobernador Militar de Veracruz; en febrero las autoridades veracruzanas publicaron y juraron el Acta Constitutiva de la Federación, en el mes de mayo, la Legislatura Local se instaló en Xalapa. Victoria tuvo que regresar a la ciudad de México y fue substituido, quien rindió su protesta como Primer Gobernador del Estado en junio del mismo año, fué Sebastián Camacho, abogado y diplomático quién funda en Xalapa, el periódico “El Oriente” en 1824. La Legislatura Veracruzana formulaba la Constitución Local, aprobada en junio de 1825.
En 1826 se concede a la ciudad de Veracruz, el título de Heróica por la defensa en 1823 al expulsar tropas españolas de la fortaleza de San Juan de Ulúa.
Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo el Ministro del Interior, comunicó durante el mes de noviembre al puerto de Veracruz, la necesidad de defender el territorio nacional. En Xalapa se efectuó el diálogo entre el ministro mexicano Cuevas y el contraalmirante francés Charles Baudin, sin mediar ningún acuerdo el 27 de noviembre la flota francesa bombardeó a San Juan de Ulúa, capitulando Antonio Gaona, gobernador de la fortaleza mexicana. Ante esta gran pérdida el gobierno federal instruye a Santa Anna para recuperar la plaza, mediante un ataque en la madruga del 5 de diciembre, respondiendo con cañonazos que otra vez sumieron a la fuerzas mexicanas, es en esta batalla que Antonio López de Santa Anna pierde una pierna.
En 1846 Estados Unidos declaró la guerra a México; ésta situación afectó directamente al Estado, el Puerto de Veracruz fue bloqueado por los Norteamericanos. Juan Soto se hizo cargo de la administración veracruzana y comunicó a Mariano Rincón para organizar la defensa de Puente Nacional, Plan del Río, Cerro Gordo, La Joya y Las Vigas.
Más tarde una flotilla norteamericana intentó, sin éxito, desembarcar dos veces en Alvarado. La acción definitiva sobre la costa del Golfo se produjo a principios de 1847, otra escuadra enemiga llegó a isla de Lobos, después se inicio el desembarco frente a Collado. Ante estos sucesos, Santa Anna se trasladó a Xalapa y se instaló en Cerro Gordo donde fue derrotado. Debido al avance norteamericano, la Legislatura Local decretó que el Gobierno Estatal, debía trasladarse a Huatusco. Los norteamericanos permanecieron en Xalapa hasta junio de 1847, fecha en el que el Ayuntamiento solicitó el retorno de los poderes del Estado a esta ciudad, para organizar la administración pública.
Ignacio de la Llave y José Mariano Rosales, iniciaron la rebelión en Veracruz, extendiéndose en toda la entidad; para el ejército santanista resultó imposible deternerla, poco después Santa Anna salió de la ciudad de México hacia Veracruz con el pretexto de dirigir desde ahí las operaciones militares y restablecer el orden público, pero en Perote expidió un manifiesto en el que se despidió de la Nación, después se embarcó en el Vapor Iturbide, que lo condujo al exilio.
En junio la Legislatura Local se instaló en el Puerto de Veracruz, en el mismo mes expidió un Decreto declarando Gobernador del Estado, a Manuel Gutiérrez Zamora, quien surgió con la reorganización económica y política, promulgando la Constitución Local, en noviembre de 1857.
La ciudad de Veracruz es designada en 1858 por primera vez, sede de los poderes federales; el 4 de mayo arribó el barco Tenesse y se distinguián entre sus pasajeros a Benito Juárez, Melchor Ocampo, Manuel Ruiz, León Guzmán, Guillermo Prieto y Matías Romero; este importante grupo eligió este estado basado en varias facilidades estratégicas entre ellas que el Gobernador Manuel Gutiérrez Zamora, era un connotado liberal; el control de la aduana del puerto más importante del país habría la posibilidad de allegarse de recursos, el acceso a la capital y las comunicaciones con el exterior.
La llegada de Juárez y los destacados liberales fue celebrada con 21 cañonazos y con grandes vallas, celebrandóse en la casa de gobierno de la calle de Puerta Nueva una ceremonia oficial, al día siguiente Melchor Ocampo, Ministro de Gobernación comunicó en la plaza la instalación oficial del gobierno constitucional, permanenciendo hasta 1860.
Benito Juárez expide la Ley de Nacionalización de Bienes Eclesiásticos, Ley de Matrimonio Civil, Ley Orgánica del Registro Civil y otras disposiciones conocidas como Leyes de Reforma. Como dato la primera acta levantada en el Registro Civil asentado en Veracruz es la de la hija de Benito Juárez.
El General Ignacio de la Llave, liberal destacado, durante la guerra de Reforma se hizo cargo del Gobierno del Estado.
El 10 de julio de 1863, el Gobernador Francisco Hernández y Hernández expide el Decreto mediante el cual el Estado se denomina Veracruz-Llave.
En mayo de 1864, Maximiliano llegó al puerto de Veracruz, en compañía de su esposa, la princesa Carlota Amalia.
Le correspondió a Ignacio L. Alatorre, Gobernador provisional y Comandante militar de Veracruz, restablecer el gobierno republicano en el Estado. Se mejoraron las rutas de Veracruz al altiplano, el servicio postal y se incrementaron las comunicaciones ferroviarias. Se tendieron las primeras líneas telegráficas entre el puerto de Veracruz, Xalapa, Perote, Córdoba, Orizaba y otras ciudades.
Para 1873, la industria y comercio veracruzano mostraron alguna mejoría gracias a las medidas económicas tomadas durante la Reforma y se estableció el banco Agrícola e Industrial de Córdoba.
El 4 de mayo de 1878, el gobernador Luis Mier y Teherán expide el Decreto que traslada los Poderes del Estado a la ciudad de Orizaba.
José Manuel Jáuregui, Gobernador Provisional expide el Decreto que ordena el traslado de los Poderes del Estado a la ciudad de Xalapa; el 4 de junio de 1885.
Manuel Levi, Gobernador Provisional expide el 30 de marzo de 1892, el Decreto que establece que la capital veracruzana se llame Xalapa-Enríquez.
A fines del siglo XIX las principales poblaciones eran Veracruz, Orizaba, Xalapa, Córdoba, Jalacingo, Chicontepec y Tantoyuca.
Por Decreto Presidencial del 21 de abril de 1897, se funda la Heróica Escuela Naval en el Puerto de Veracruz, a iniciativa de José María de Vega, Jefe del Departamento de Marina.
Durante el porfiriato fueron gobernadores de Veracruz, entre otros, Luis Mier y Teherán, Juan de la Luz Enríquez y Teodoro A. Dehesa.
En 1898 la Legislatura del Estado concede a la ciudad de Veracruz por segunda y tercera ocasión, el título de Heróica por la defensa de 1838 contra los franceses y por la defensa de 1847 contra los norteamericanos, respectivamente se habían establecido en Veracruz despepitadoras de algodón, ingenios molinos, fábricas de hilados y tejidos, papel, puros y cigarros.
La explotación del petróleo, se convirtió en el principal atractivo para los empresarios extranjeros, se otorgaron facilidades para importar la maquinaria necesaria para sustracción, Veracruz llegó a ser el centro de operaciones, principalmente de compañías norteamericanas e inglesas, como la Huasteca Company Petroleum y el Águila, las que llegaron a dominar una extensa zona petrolera que comprendía los estados de San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Chiapas.
La obra más importante fue el ferrocarril Interoceánico que enlazó a Veracruz con la capital de la República, y pasaba por Xalapa, Perote y Puebla. A finales del siglo XIX se introdujo al Estado la energía eléctrica y el servicio telefónico, también mediante contratos con empresarios extranjeros.
Durante el gobierno de Luis Mier y Terán se produjeron varias rebeliones en Chocamán, Coscomatepec, Santiago Tuxtla, Xalapa y el Puerto de Veracruz debido a la política agraria y laboral que prevaleció en el porfiriato, pero fueron brutalmente reprimidas. Los obreros de las fábricas textiles de Orizaba realizaron huelgas en 1896, 1898 y 1903 e iniciaron al igual que otros, a formar sociedades mutualistas, y luego cooperativas y finalmente sindicatos. A pesar del nuevo reglamento elaborado por Porfirio Díaz y el Gobernador Teodoro A. Dehesa, el problema se agudizó a principios de 1907 ya que trabajadores de Puebla y Tlaxcala iniciaron una huelga general, a la que se sumaron los de Orizaba y Río Blanco, acontecimiento que tuvo un desenlace fatal donde muchos obreros fueron asesinados.
SIGLO XX
Desde fines del siglo XIX se evidencía en México la lucha de los trabajadores, misma que alecciona al obrero y lo conduce a defender sus derechos, hasta tomar como un recurso desesperado la huelga, constituyéndose en su arma más poderosa. Se dice que los trabajadores de Tlalpan fueron los primeros en este tipo de movimientos, aunque otra versión asegura que los primeros en el país en manifestarse en estas luchas, fueron los pureros de Xalapa
Con estos movimientos los obreros no siempre conseguían lo que solicitaban, fueron de utilidad para aprender a organizarse, a defender y a exigir los derechos que les correspondían.
La huelga de los pureros de Xalapa estalló a finales de 1905, más de 5,000 obreros, prestaban sus servicios en la fábrica de puros “El Valle Nacional”. El obrero Ignacio García decidió valientemente enfrentarse a la empresa, para defenderse de las represivas disposiciones de un nuevo reglamento interior de trabajo y del trato despótico de los representantes de los industriales. Con este propósito invitó a sus compañeros el 2 de octubre, para organizarse y constituir la comisión de huelga, suspendiendo sus trabajos el 4 del mismo mes. Ante situación difícil, intervino el gobernador Teodoro A. Dehesa, quien fracasó en su intento de conciliar a las partes, por lo que la huelga estalló el 5 de octubre y se sostuvo hasta los primeros días de diciembre en que la empresa les notificó que aceptaba sus demandas.
A parte de estos movimientos obreros como respuesta a los abusos de los empresarios, existía una sorda pero firme oposición en la mayor parte de la población, debido a los atropellos y humillaciones de la clase favorecida por la dictadura porfiriana, estas actitudes despóticas provocaron el levantamiento de un grupo de valientes para iniciar la revolución en San Pedro Soteapan, encabezado por Don Hilario C. Salas, secundado por Secundino Absalón Pérez, Cándido Donato Padua, Enríque Novoa y Miguel Alemán González, quien posteriormente firmó la proclama de los Tuxtlas, participó en la batalla de Celaya y se adhirió al Plan de Agua Prieta. Sus antecedentes fueron la convención del club antirreleccionista fundado por el Ingeniero Camilo Arriaga, donde se acordaron importantes resoluciones, la junta organizadora del partido liberal mexicano, dió a conocer su programa el 1º de julio de 1906 en varios lugares del país y al llegar a Acayucan, encontró eco en el club político liberal Vicente Guerrero. Estos fueron arbitrariamente perseguidos y disueltos por el jefe político de Minatitlán, Demetrio Santiesteban; fue entonces cuando Don Hilario Salas, aprovechando la circunstancia de que los indios de la sierra de San Pedro Soteapan se encontraban muy exaltados por el despojo de sus tierras, para hacer estallar el movimiento revolucionario en septiembre de 1906. Con un efectivo de mil hombres Salas atacó Acayucan el 30 de septiembre, pero al caer herido sus seguidores se desmoralizan y abandonan la empresa, ellos fueron los precursores de la revolución mexicana; este movimiento acarreó terribles repercusiones contra todos los participantes. Aplacada aparentemente la sublevación de Acayucan, estallaron en el país una serie de huelgas como resultado de las profundas desavenencias entre patronos y obreros.
Estas luchas culminaron con la matanza cruel, cobarde y despiadada de los obreros de las factorías de Río Blanco, Nogales y Santa Rosa, del Cantón de Orizaba los días 7 y 8 de enero de 1907.
El 5 de enero de 1907 se les comunicó a los obreros que el paro había sido conjurado y el Sr. José Morales, luego que recibió el reglamento se encaminó a Río Blanco. Deseosos los obreros de conocer los detalles del arreglo, le pidieron citar a una junta general, la que se verificó en el teatro Gorostiza en Orizaba el domingo 6 de enero con la asistencia de mas de 2,000 obreros de Río Blanco, Cocolapan, Santa Rosa, Nogales, Yute y Cerritos. Se les leyó el reglamento y al término de la lectura estalló el descontento y la inconformidad de la asamblea, muchos obreros manifestaron ruidosamente su descontento por las bases expuestas. En tan críticos momentos la exaltación creció, la ira cegó a quienes reclamaban sus derechos y vino como consecuencia el espectáculo de la ruina, miseria y muerte, y se desencadenó la terrible matanza de obreros de Río Blanco, Nogales y Santa Rosa.
El líder José Morales declaró que estuvo a punto de ser asesinado por sus compañeros por considerarlo un traidor, también nos dice que al sonar el silbato de la fábrica el 7 de enero de 1907, todos los operarios se presentaron frente a ellas sin que nadie se atreviera a entrar, de pronto alguien desconocido aventó una piedra sobre la casa que se conocía como “casa azul”, enseguida una lluvia de piedras chocaba contra el edificio, alguien más señaló la tienda de raya sobre la que se lanzaron entregándose a un saqueo desenfrenado dando muerte a los dependientes, después se lanzaron contra la casa municipal tomándola por asalto y liberando a los presos, al presentarse el jefe político, también fue apedreado, pero él conservando la calma los conminó a guardar orden, llegó la muchedumbre al centro mercantil frente a la fábrica de San Lorenzo a la que saquearon y prendieron fuego, en ese momento se presentaron las fuerzas federales del 13º batallón que hicieron fuego sobre los obreros causándoles varios muertos y muchos heridos que quedaron tendidos sobre el suelo, lo que enardeció aún más los ánimos. Un empleado hizo fuego hiriendo a un obrero, todo esto provocó que la cólera reprimida que sólo necesitaba una chispa, estallara con violencia arrolladora, era la protesta airada de la miseria, del hambre, de la expoliación que clamaba por sus derechos.
Las primeras luchas revolucionarias se iniciaron en Atzacan, algunos de los jefes de levantamientos se vieron en la necesidad de exiliarse, como Gabriel Gavira y otros que fueron perseguidos. Cuando Gavira regresó al país, en 1911, emprendió una campaña por el centro del estado; primero tomó Altotonga, uniéndosele después Cándido Aguilar, y se dirigieron a los lugares aledaños a Xalapa. Madero otorgó el grado de General a Cándido Aguilar.
Nuevamente el Puerto de Veracruz, la puerta a Europa, ve salir al exilio al General y Dictador Porfirio Díaz, se embarcó en el vapor Ypiranga que lo condujo al puerto de Havre.
En mayo de 1914, Cándido Aguilar ocupó Huejutla, Chicontepec, Tantoyuca, Tamiahua y Tuxpan, por lo que Venustiano Carranza lo designó Gobernador y Comandante Militar de Veracruz.
Venustiano Carranza abandonó la ciudad de México e instaló en Veracruz el Gobierno de la República, y el 14 de diciembre de 1914 la ciudad de Veracruz fue declarada por segunda ocasión sede de los poderes federales. Aquí Carranza y Aguilar expidieron la Ley del 6 de enero de 1915 que estableció la restitución y la dotación de tierras, ordenamiento que fue antecedente y fundamento del Artículo 27 Constitucional y la Ley del Municipio Libre.
El 24 de agosto de 1917, y siendo Gobernador Provisional el Dr. Mauro Loyo Sánchez se firmó en la ciudad de Córdoba la Constitución Local que rigió a este Estado hasta el año 2000.
Manuel Almanza y Úrsulo Galván apoyaron y dieron liderazgo a los campesinos que se habían organizado de la Confederación General de Trabajadores para acelerar el reparto agrario. En 1923 el gobernador Adalberto Tejeda, dió su apoyo a la creación de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado.
En 1924, Heriberto Jara asume la gubernatura con el apoyo de las organizaciones liberales, destacando la Confederación Regional de Obreros Mexicanos (CROM).
En este mismo año, Esteban Quevedo escribió el danzón porteño “Sólo Veracruz es Bello”
VERACRUZ
No hay comentarios.:
Publicar un comentario